Bulto en la ingle: causas y tratamiento

Existen muchos motivos por los cuales puede aparecer un bulto en la ingle. Aquí te mostramos los más comunes y cómo ponerle fin a este cuadro antes de que se convierta en un problema.
Bulto en la ingle: causas y tratamiento
Samuel Antonio Sánchez Amador

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 25 marzo, 2022

Aproximadamente el 39,5 % de los seres humanos vivientes serán diagnosticados con cáncer en algún momento de su vida, tal y como indica el portal Cancer.gov. Esto se traduce en unas 442,4 personas afectadas por cada 100 000 habitantes al año. Con estas cifras en mente, es muy normal preocuparse cuando sale un bulto de forma repentina en cualquier parte del cuerpo.

Para tu tranquilidad, te adelantamos que la mayoría de los bultos superficiales no son de naturaleza maligna. En este espacio exponemos los posibles motivos por los cuales puede salir un bulto en la ingle y cómo tratar el cuadro dependiendo de su etiología. ¡No te lo pierdas!

Las 7 posibles causas de un bulto en la ingle y su tratamiento

En la anatomía humana, la ingle (groin en inglés) es la zona corporal de unión entre el muslo y la pared anterior del abdomen. Por lo general, ambas estructuras están separadas por una pared formada de músculo y tejido. Las únicas aberturas que tienen este conglomerado tisular son unos pequeños túneles que se conocen como canal inguinal canal femoral.

Estos canales permiten el paso de nervios, vasos sanguíneos y otras estructuras que conectan y nutren tejidos. Tal y como indica el portal médico Fairview, la zona del abdomen y la ingle se divide en las siguientes estructuras:

  • Músculos: existen 5 tejidos musculares principales que componen la zona inguinal. Estos son el pectíneo, el aductor menor, el aductor mediano, el gracilis y el aductor mayor.
  • Tejido conectivo: es el responsable de que la musculatura se una entre sí y se mantenga en su posición.
  • Canal inguinal: es un conducto oblicuo de unos 4 centímetros de largo que se ubica en la región anteroinferior de la cavidad abdominal, por detrás del ligamento inguinal. Contiene vasos sanguíneos, vasos linfáticos y el nervio ilioinguinal.
  • Canal femoral: es un túnel que se encuentra en la pared del abdomen. Funciona como una zona de unión entre el tronco y la pierna, pues permite el paso de los vasos sanguíneos y los nervios hacia la pierna.
  • Cordón espermático: pasa a través del conducto inguinal y llega a los testículos. Es sensible a la torsión, lo cual puede derivar en la pérdida del testículo en los casos más graves.

La ingle se considera una zona de debilidad en el cuerpo humano, ya que no está reforzada por huesos. Sus únicos apoyos son el ligamento inguinal y los músculos de la pared abdominal, así que se trata de una zona relativamente desprotegida.

Una vez hemos diseccionado qué es la ingle y las estructuras que la conforman, estamos preparados para ver por qué motivos puede salir un bulto en la zona. No dejes de leer.

1. Pelos enquistados

Esta es una de las razones más comunes por las cuales puede salir un bulto pequeño en la ingle de manera repentina. Se trata de una anormalidad fisiológica muy usual en mujeres, ya que los estándares de género (y la elección personal) han hecho que históricamente se depilen esta zona de manera asidua.

Al practicar la depilación de forma habitual, se favorece que los pelos nuevos crezcan debajo de la piel en vez de a través del folículo piloso. Cuando esto ocurre, se genera un pequeño bulto enrojecido, sólido y redondeado (pápula). Tal y como indica la Clínica Mayo, esto suele acompañarse de dolor, picazón y oscurecimiento de la piel (hiperpigmentación).

Los pelos enquistados se pueden infectar, por lo que a veces se muestran con masas de pus en su interior. Aunque parezca tentativo, lo mejor es no explotarlos ni intentar extraerlos. Se recomienda dejar de afeitarse la zona inguinal durante el periodo de 1 mes, ducharse y lavar el área con agua caliente, realizar una exfoliación suave y cuidar la piel maltratada con aceites esenciales.

La mayoría de los pelos enquistados desaparecen con el tiempo por sí solos.

2. Ganglios linfáticos inflamados

Un bulto en la ingle debido a un ganglio inflamado
Cuando ocurre un proceso inflamatorio local, los ganglios linfáticos de la zona inguinal pueden originar dolor severo.

Los ganglios linfáticos se inflaman en algunos cuadros infecciosos, ya que suponen una de las primeras líneas de defensa inmunitaria a la hora de combatir a agentes patógenos (y cánceres). Lo más común es notar este cuadro en la región del cuello, principalmente porque muchos microorganismos eligen la cavidad faríngea o nasal para proliferar e infectarnos.

Aunque este hecho no sea tan conocido, los ganglios linfáticos inguinales o femorales también se pueden inflamar ante un cuadro infeccioso, generando así una especie de bulto en la ingle. Esto suele ser indicio de una infección en la pierna, en los genitales, en el pie o en la zona inguinal (las estructuras más inmediatamente cercanas a la estructura ganglionar que nos atañe).

En muy raras ocasiones, la causa de la inflamación de los ganglios linfáticos inguinales radica en un cáncer que se ha expandido a estos tejidos y ha empezado a proliferar en ellos. Las neoplasias malignas testiculares, el melanoma y el linfoma pueden explicar los bultos en la ingle en un porcentaje ínfimo de los casos.

El tratamiento de los ganglios linfáticos inflamados en la región inguinal dependerá del agente causal. En líneas generales, estos son los abordajes que se plantean tras el diagnóstico:

  • Trastorno inmunitario: si la inflamación ganglionar se debe a un problema con el sistema inmunitario, se recetan antiinflamatorios no esteroideos o corticosteroides (como la prednisona). En caso de que se vincule a una artritis reumatoide se hacen necesarios los medicamentos antirreumáticos.
  • Infección: los antibióticos son los medicamentos de elección si el cuadro se debe a una infección bacteriana. Las condiciones provocadas por virus y otros patógenos requieren tratamiento de soporte o fármacos específicos.
  • Cáncer: según el tipo de cáncer que cause la inflamación ganglionar, puede ser necesaria una cirugía y la radioterapia, la quimioterapia o la terapia dirigida. Todo depende del grado de extensión del tumor y de su gravedad.

Nunca hay que ponerse en lo peor. Si tienes los ganglios linfáticos de la ingle inflamados, acude al médico y mantén la calma. 

3. Hernias

Las hernias inguinales son unos de los cuadros más comunes que responden a un bulto en la ingle. Tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, este cuadro ocurre cuando una porción de tejido (un segmento intestinal, por ejemplo) empuja “hacia el exterior” y vence a una estructura muscular en la pared del abdomen. 

Una hernia inguinal no es excesivamente peligrosa por sí sola, pero suele generar una protrusión muy llamativa en el abdomen que genera alerta. En la mayoría de los casos no provoca síntomas, aunque algunas personas experimentan dolor al sentarse, al hacer esfuerzo o al intentar manejar materiales pesados.

El problema real llega cuando el tejido herniado se atasca dentro del orificio por el que sale y pierde su riego sanguíneo (estrangulación). Los signos de que algo va muy mal durante una hernia incluyen vómitos, náuseas, fiebre, dolor repentino e incapacidad para evacuar.

Aunque la hernia es un proceso patológico general, cabe destacar que existen distintos tipos y su tratamiento varía en cada caso. Te los contamos en las siguientes líneas.

3.1 Hernia femoral

Se trata de una protuberancia en la parte de arriba del muslo, justo por debajo de la ingle. Se produce cuando una pequeña parte del intestino ejerce presión a través del canal femoral ya descrito. El estreñimiento crónico, la tos incesante, levantar objetos pesados y ser obeso son factores que predisponen a este padecimiento.

Las hernias no desaparecen por sí solas y tienden a hacerse más grandes con el paso del tiempo, así que suele ser necesaria una cirugía. De todas formas, para evitar que el cuadro empeore también se recomienda el consumo de fibra, bajar de peso (en caso de obesidad), beber líquidos y dejar de practicar esfuerzos físicos demandantes durante un tiempo.

3.2 Hernia inguinal

El cuadro es muy similar al anterior, pero en este caso el tejido (generalmente del intestino grueso) se introduce por el canal inguinal en vez del femoral. Es el tipo más común en los hombres y puede llegar a bajar hasta el escroto. El abordaje clínico es el mismo que el mostrado para el caso anterior.

La hernia femoral y la inguinal pueden generar bultos en la zona de la ingle o la periferia. Existen otros tipos (como la umbilical o la de hiato), aunque en estos casos los bultos se presentan lejos del área de interés. 

4. Lipoma

Los lipomas son los causantes de la mayoría de bultos blandos extraños localizados inmediatamente debajo de la piel. Aunque parezcan masas cancerígenas peligrosas, cabe destacar que simplemente son bultos grasos de crecimiento muy lento. Su importancia es más estética que otra cosa.

Encontrar un bulto en la ingle de este tipo (que además es permanente) puede resultar alarmante. De todas formas, un lipoma se diferencia fácilmente de otras condiciones más serias si se tienen en cuenta los siguientes parámetros:

  1. La masa está justo debajo de la piel: los lipomas se suelen encontrar entre la piel y la capa muscular. Por esta razón, son muy superficiales y visibles.
  2. El bulto se mueve al tocarlo: aunque no se desplaza en su totalidad, el lipoma típico cambia un poco de posición cuando se ejerce presión sobre él.
  3. Es pequeño (menos de 5 centímetros) y suave al tacto.
  4. No duele al tocarlo: de todas formas, algunos lipomas sí generan malestar si presionan un nervio superficial.

No suele ser necesario tratar los lipomas. Hay que destacar esto especialmente si hablamos de lipomas en la ingle, ya que están cerca de estructuras neurovasculares importantes que se pueden dañar si se opta por una extracción quirúrgica. Tal y como indica la Actuación de Medicina en Familia (AMF), es mejor no extirparlos si se sitúan en la zona que nos atañe.

5. Várices

Un bulto en la ingle e insuficiencia venosa
Si bien los cuadros de insuficiencia venosa son menos comunes que otras causas de bultos en la ingle, estos pueden ocurrir.

Las venas varicosas, también conocidas como várices en el lenguaje general, son vasos sanguíneos superficiales que se agrandan y se tuercen. Prácticamente cualquier conducto venoso del cuerpo puede tranformarse en una várice, pero por particularidades circulatorias es más común que estas anormalidades se presenten en las piernas.

Estas forman parte de un cuadro conocido como insuficiencia venosa. En este escenario clínico las venas carecen de la fuerza suficiente para devolver la sangre al corazón, por lo que la sangre se acumula en ellas y se hinchan y adquieren un color amoratado. Algunos de los síntomas generales son los siguientes:

  • Venas abultadas y con un aspecto retorcido.
  • Colores azulados en la superficie de la piel (siguiendo el recorrido de la vena).
  • Pesadez y cansancio a nivel de las extremidades inferiores.
  • Hinchazón, quemazón, palpitaciones y calambres en zonas concretas de las piernas.
  • Decoloración de la piel.

Las várices pélvicas son poco diagnosticadas, pero pueden aparecer. Estas se manifiestan en forma de un bulto amoratado en la ingle, en la cara lateral de la pierna, en el pliegue del glúteo, en el periné y en la vulva. El tratamiento de este cuadro implica técnicas bastante complejas, como la escleroterapia, la ablación térmica endovenosa o la flebectomía.

El procedimiento menos invasivo es la escleroterapia. Se introduce una solución específica en la vena que provoca que el vaso se encoja.

6. Quistes

Los ligamentos redondos del útero son bandas laterales que nacen a cada lado del plano corporal, un poco por debajo de las trompas de Falopio. Cuando hablamos de un bulto en la ingle, no podemos dejar atrás los quistes del ligamento redondo (por raros que sean). A menudo estos cuadros se confunden con hernias inguinales irreductibles.

Se trata de unas entidades clínicas extremadamente raras, pues tal y como indica el portal médico Elsevier, en fuentes profesionales de habla inglesa solo se han detectado unos 10 casos entre 1980 y 2013. En muchos casos son asintomáticos, pero a veces provocan signos sutiles como dolor leve, pesadez y abultamiento.

Los pocos casos que se han diagnosticado muestran que esta patología es típica de mujeres jóvenes entre los 30 y los 40 años de edad, aunque también puede aparecer antes.

Bulto en la ingle: no te preocupes, pero acude al médico

Aquí te hemos presentado 7 motivos por los cuales puede aparecer un bulto en la ingle (5 aislados y 2 de tipo hernia). Si bien la mayoría de los agentes causales no son graves, te recomendamos que acudas al médico en cuanto notes cualquier crecimiento anormal en tu cuerpo (a menos que tengas claro que es un pelo infectado, un lipoma o un grano).

Fuera de los núcleos ganglionares, la presencia de un bulto es benigna en casi todos los casos. De todas formas, nunca está de más prevenir y buscar atención médica. A lo mejor tienes una infección genitourinaria y se ha inflamado el ganglio inguinal por este motivo y requieres un tratamiento con antibióticos. Solo el médico podrá establecer tu cuadro concreto y combatirlo.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.