Acné conglobata: todo lo que debes saber
Aunque estamos acostumbrados a ver mayor cantidad de personas con acné leve o moderado que formas más severas, estas también están presentes en la población. Son menos comunes, pero pueden llegar a ser sumamente incómodas. Una de las más raras viene a ser el llamado acné conglobata.
En cualquiera de sus manifestaciones (leve, moderado o severo), el acné viene a ser una condición cutánea compleja que puede llegar a causar una gran incomodidad y malestar a quien lo presenta. Asimismo, su impacto estético puede disminuir significativamente la calidad de vida de la persona.
El tratamiento se hace indispensable. No solo para mejorar la salud de la piel, sino también para contribuir con el bienestar integral de la persona. Ahora bien, en formas tan severas como el acné conglobata… ¿Cómo se hace este abordaje? Para responder a esta pregunta, primero debemos repasar todo sobre esta condición.
Causas
En cualquiera de sus manifestaciones, las causas del acné siempre son difíciles de precisar. Por ello mismo, no es común que se señale una, dos o tres, sino varias causas o, mejor dicho, factores. A propósito del acné conglobata, la evidencia científica indica lo siguiente:
“En la patogenia del acné intervienen múltiples factores. Entre ellos destaca la hiperproliferación del Propionibacterium acnes, que estimula la producción de citoquinas proinflamatorias… Parece por tanto evidente la acción de estos mediadores en la patogénesis de las lesiones inflamatorias del acné”.
En general, las hipótesis giran en torno a la existencia de hipersensibilidad a la P. acnes y los andrógenos, en conjunto con otros problemas de salud. Estos últimos incluyen alteraciones en las glándulas sebáceas (y producción excesiva de sebo), alteración en la queratinización, la exposición excesiva al sol, entre otros.
Se considera que el acné conglobata puede aparecer como consecuencia del empeoramiento del acné vulgar pustuloso, o bien como empeoramiento de un tipo de acné que había remitido y estuvo bajo control durante largo tiempo.
En el caso de las mujeres, se ha relacionado con frecuencia la aparición del acné conglobata con el síndrome de ovarios poliquísticos. No obstante, no se ha podido determinar si el síndrome es un factor determinante. Por ende, la relación aún sigue investigándose.
Síntomas
A diferencia de lo que ocurre con otros tipos de acné, en el acné conglobata, las lesiones (comedones, nódulos quísticos, fístulas y abscesos) son profundas y dolorosas, sobre todo por el nivel de inflamación que presentan). Suelen afectar con mayor frecuencia la parte superior del cuerpo. En especial: cara, cuello, hombros, pecho y espalda.
- A diferencia de otros tipos de acné, que pueden producir lesiones aisladas, los comedones del acné conglobata aparecen en grupos de tres. Por esto mismo, no es extraño que luego los abscesos se conecten entre sí.
- De los quistes sale una sustancia maloliente y purulenta que se descarga en la superficie de la piel.
- Los nódulos pueden ser más frecuentes en áreas como la cara, los hombros, el pecho y la parte superior de los brazos, pero también pueden presentarse en los muslos y las nalgas.
Por otro lado, después de que las lesiones cicatrizan, estas pueden dejar la piel deformada. En otras palabras, las cicatrices son hipertróficas y pueden incluir queloides.
Si bien puede afectar a personas de ambos sexos, parece que el acné conglobata es más frecuente en hombres entre los 20 y 30 años de edad, aunque también puede presentarse antes de los 20.
Diferencias respecto al acné fulminante
El acné conglobata tiene cierta similitud con el acné fulminante. No obstante, se trata de dos condiciones distintas. Principalmente por lo siguiente:
- El acné conglobata no se desarrolla tan rápidamente como el fulminante. Además, en este último la persona puede llegar a tener fiebre y otras molestias, más allá del dolor en las lesiones.
- En el acné fulminante, las lesiones permanecen abiertas. No forman costras, a diferencia del acné conglobata.
Tratamiento
Los expertos indican que el acné conglobata es “notoriamente difícil de tratar y las cicatrices residuales son bastante graves. La isotretinoína es el tratamiento más eficaz, pero pueden producirse recidivas”. Por ello mismo, el dermatólogo deberá ajustar el tratamiento al caso.
En otro artículo sobre el abordaje terapéutico de esta condición, se indica que “en la actualidad el tratamiento más prescrito se basa en la administración de retinoides” y se destaca la importancia que tiene informar al paciente sobre este tipo de medicamentos.
Más allá del nivel de gravedad con que afecta a la piel, resulta imprescindible tratar el acné conglobata con ayuda profesional (tanto por parte del dermatólogo como de un psicólogo) y mantener un seguimiento riguroso para evitar que el bienestar de la persona continúe disminuyendo.
En este sentido, hay que tener en cuenta que muchos pacientes desarrollan ansiedad o depresión como consecuencia del impacto estético del acné en su piel.
Si consideras que tu acné es severo, no dejes de hacerte un chequeo. Cuanto antes te evalúe un profesional y te realice un diagnóstico, más pronto podrás recibir un tratamiento adecuado y sentirte mejor. Por ello, no le des demasiadas largas y reserva cita con el profesional.
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