Caries en el embarazo: todo lo que debes saber

En el embarazo suceden cambios que favorecen la aparición de las caries. ¿Se pueden prevenir? ¿Cuándo es posible tratarlas?
Caries en el embarazo: todo lo que debes saber
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 26 marzo, 2023

Los cambios propios de la gestación pueden favorecer la aparición de caries en el embarazo. A veces, esto resulta en una preocupación mayor para la madre y para el odontólogo encargado de su seguimiento.

Existen dudas sobre qué tratamiento se puede aplicar y en qué momento sería lo ideal. El dolor ocasionado por el problema bucal puede generar estrés y reducción del confort, lo que incide de manera negativa en todo el desarrollo de la gesta.

Las caries en el embarazo no solo se deben a las modificaciones hormonales. También hay que considerar que las madres tienden a incurrir en cambios de conducta que no siempre son beneficiosos. Algunos están motivados por la situación en sí y la ansiedad propia, pero también hay alteraciones de los hábitos que se derivan de síntomas incómodos, como las náuseas.

Causas y factores de riesgo para las caries en el embarazo

Las caries son una enfermedad multifactorial. Esto quiere decir que no responden a una única causa y que suele ser la combinación de circunstancias lo que determina su aparición.

En términos estrictos, lo que sucede es que las bacterias de la boca metabolizan el azúcar de la dieta formando ácido. Este ácido es capaz de desmineralizar el esmalte de los dientes, llevando a su destrucción.

Durante el embarazo, confluyen circunstancias que podrían exacerbar el riesgo. De hecho, un estudio publicado en una revista brasileña explica que se han detectado más de 80 % de prevalencia de la enfermedad entre las gestantes.

Cambios hormonales

El embarazo implica una modificación en el balance hormonal de la mujer. Hay mayor cantidad de estrógenos y, sobre todo, de progesterona circulante en la sangre.

Estos cambios son esenciales para el sostenimiento de la gesta. Una de las funciones que tienen estas sustancias es incrementar el flujo de sangre a los tejidos. Y esto incluye a las encías. Por lo tanto, la gingivitis se hace más frecuente, con sangrados habituales ante el mínimo contacto.

Las encías hinchadas generan bolsas junto a los dientes que favorecen la acumulación de placa bacteriana y sarro. En definitiva, la gingivitis incrementa el riesgo de caries en el embarazo al crear un ambiente propicio para la reproducción de las bacterias de la boca.



Aumento de la acidez de la boca

Un ambiente bucal ácido favorece la caries en el embarazo. Esto significa que el descenso en los valores de pH dentro de la boca son propicios para la desmineralización del esmalte.

Durante el primer trimestre de la gestación es habitual que las madres tengan episodios de náuseas y vómitos. Luego, en el tercer trimestre, la presión del útero sobre el estómago estimula el reflujo de ácido clorhídrico al esófago y hasta la cavidad bucal.

Estas circunstancias determinan el mayor riesgo. Un estudio de 2015 encontró que las embarazadas no solo tienen menor pH salival, sino que también presentan menor flujo de saliva, lo que lleva a la boca seca.

La saliva ayuda a limpiar las piezas dentarias y a neutralizar el pH oral. Al haber menos cantidad, esto también conlleva a la reproducción bacteriana y a la persistencia de la acidez bucal.

Mala higiene dental

Las caries en el embarazo pueden originarse por una mala higiene
La evidencia indica que un elevado porcentaje de embarazadas descuida su salud bucal. Esto predispone al desarrollo de caries dentales.

Los estudios sobre hábitos de higiene entre las embarazadas suelen arrojar cifras preocupantes. Casi la mitad realiza una higiene bucal inadecuada, lo que aumenta el riesgo cariogénico.

Si bien hay costumbres que pueden venir desde antes de la gestación, también es cierto que hay síntomas que dificultan el cepillado de dientes. Las náuseas y las encías hinchadas por la gingivitis son un obstáculo.

En otro sentido, hay modificaciones indirectas de las rutinas que también afectan. Por ejemplo, el insomnio suele alterar los horarios de despertar a la mañana, lo que podría retrasar el cepillado matutino.

Muchas embarazadas son conscientes de los hábitos de mala higiene bucal. Por lo tanto, es algo modificable si se brindan las herramientas oportunas para contrarrestar el problema.

Dieta cariogénica

El embarazo conlleva un cambio en la dieta de la mujer. Ya sea por el consumo de productos ricos en azúcares, que suplen las calorías que demanda el cuerpo de una manera fácil y rápida, así como por cuestiones sociales. Todavía existen refranes que enfatizan que «la mujer embarazada debería comer por dos», por ejemplo.

También hay que mencionar que los tiempos disponibles se acortan, por lo que la preparación de comida casera y saludable puede ser un problema en la agenda. Así, es común recurrir al pedido de comidas rápidas, lo que no se considera protector de la cavidad bucal.

Finalmente, las náuseas, los vómitos y el reflujo gastroesofágico hacen de las suyas. Estos padecimientos alteran el gusto y generan alteraciones en los patrones dietarios a la fuerza, generalmente por intolerancia a ciertos productos.

El tratamiento de las caries en el embarazo

Las caries en el embarazo se deben tratar. Este trastorno puede llevar a otras complicaciones, como las infecciones bucales con fiebre o el dolor sostenido e intenso. En dichos contextos, aumenta la posibilidad de que la gesta tenga un desenlace no deseado, con mayor riesgo de abortos, partos prematuros y niños que nacen con bajo peso.

Por lo tanto, hay que evaluar la situación particular y definir un abordaje para las caries presentes. En este sentido, se tendrán en cuenta las intervenciones que no generan riesgo al feto, así como las contraindicaciones que pudiesen existir al momento de la consulta.

Caries tratables

Es posible que la embarazada tenga caries y estas no originen dolor ni molestias. En una consulta es detectado el problema o la mujer consulta por ello, al autoexaminarse la boca y descubrirse el punto negro o el orificio.

Si se encuentra en el primer trimestre, lo ideal sería programar el abordaje para el segundo trimestre, cuando el riesgo de uso de los productos odontológicos es menor para el feto. Además, se asume que ya no hay náuseas y la manipulación de la boca es más tolerable.

En el segundo trimestre, la mujer puede recibir empastes en sus caries y tolerar la anestesia local. Así que la ausencia de dolor abrirá la puerta a una programación adecuada y sin urgencias.

Caries que es preferible no tratar de inmediato

Una consulta en el primer trimestre o en el último, por caries, plantea la situación de si es posible programar el abordaje para otro momento. El segundo trimestre y los meses posteriores al parto son las opciones ideales cuando no hay una urgencia de por medio.

En cuanto a las radiografías para evaluar el diente afectado, siempre es preferible evitarlas. De todos modos, las dosis de radiación empleadas y la protección que se coloca a la madre implican un riesgo insignificante. Así que si el odontólogo indica una placa radiográfica, es porque el beneficio es mayor y están aseguradas las condiciones para la mujer y el feto.

Tratamientos recomendados

Según la revista Maedica, durante el embarazo es preferible tratar las lesiones de las coronas dentarias que son superficiales. El objetivo sería la remineralización con técnicas no invasivas, lo cual resulta seguro y cómodo.

Al contrario, hay técnicas y tratamientos que son costosos y que generan un estrés innecesario en la paciente embarazada. Por ello, siempre que sea posible, deberían evitarse las terapias de reconstrucción y los abordajes con incisiones que lleven a la pérdida de tejido del diente. En los casos en los que sea viable, se preferiría el sellado.

El flúor tópico es una manera no invasiva de detener el daño de las caries en el embarazo, sobre todo en procesos incipientes. Para ello, el odontólogo dispone de lacas y geles.

Caries que se deben tratar de inmediato

Las caries en el embarazo pueden requerir tratamiento urgente
Si los síntomas son muy intensos podría valorarse algunos tratamientos de rutina para retirar las caries, aunque esto siempre supone un riesgo de complicaciones.

Aunque no es lo ideal, existen situaciones que requieren un abordaje inmediato de las caries. Cuando la patología se complica con infecciones o provoca dolor intenso, se vuelve un riesgo para la gestación que se debe resolver.

En estos casos, se debe consultar de inmediato al odontólogo, quien, según las particularidades de la situación, elegirá la mejor terapéutica. El trimestre de gestación y la gravedad del cuadro influirán en el abordaje del problema. El uso de medicación segura para el embarazo, abordajes dentales que alivien el dolor, endodoncias o incluso extracciones pueden ser necesarias.



¿Se puede prevenir la caries en el embarazo?

Es posible implementar medidas simples y sencillas para reducir el riesgo de caries en el embarazo. Según los expertos, los puntos sobre los cuales incidir son los siguientes:

  • Dieta saludable: evitar los alimentos con azúcares agregados y altos en calorías que se derivan de azúcares simples.
  • Higiene oral: establecer una rutina de higiene que contemple el cepillado regular con pastas dentales fluoradas y el uso de hilo dental. Sostener el hábito a pesar de las circunstancias.
  • Educación: aprender e informarse es crucial. Los odontólogos juegan un rol fundamental en la transmisión de conocimientos para el cuidado de la boca.
  • Controles profesionales: la embarazada debe incorporar las visitas al odontólogo como una parte más de su control de la gestación. Para ello, se recomienda al menos una consulta por trimestre.

Así como la enfermedad es multifactorial, su prevención implica una combinación de medidas. Y la responsabilidad no es solo de la paciente, sino también del equipo sanitario.

Es importante la evaluación de las caries en el embarazo

En definitiva, las caries son un problema real y que pueden surgir de forma frecuente en embarazadas. Al igual que en muchas otras condiciones, las opciones de tratamiento pueden ser limitadas en esta etapa. Por eso es fundamental acudir con el odontólogo de confianza para valorar opciones de tratamiento adecuadas para cada caso.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.