¿Qué es la mapaternidad?
A lo largo de las últimas décadas la mayoría de las sociedades han experimentado una transformación de los roles familiares. Estos se circunscriben a una serie de variables históricas, biológicas, culturales, religiosas, funcionales y demás, de manera que un cambio en dichos paradigmas se traduce en un cambio en estos roles. Hoy te hablamos de la mapaternidad, un término con una creciente popularidad.
Aunque el término mapaternidad, también conocido como pamaternidad, materpater o mapaternity es relativamente nuevo; en la práctica se ha manifestado desde hacer varias décadas. En términos generales la mapaternidad consiste en romper los estereotipos de los roles de crianza clásicos: el padre trabaja para proveer alimentos y la madre cuida a los hijos. Te enseñamos todo al respecto.
Características de la mapaternidad
Los investigadores están de acuerdo en que la mapaternidad es una característica del siglo XXI. Ya existía mucho antes, ya que el cambio de roles familiares empezó a experimentar una transformación a finales de la segunda mitad del siglo XX.
Fue con la llegada del nuevo milenio que este cambio se consolidó, en parte por todas las transformaciones en el plano laboral, económico, cultural y educacional.
En esencia, la mapaternidad pregona una crianza compartida. En esta, tanto la madre como el padre son responsables en todos los sentidos del bienestar de su hijos y de su familia. Ambos trabajan como un equipo, de manera que se logra una distribución equitativa que destruye los roles y los estereotipos que han predominado durante siglos.
Uno de los paradigmas que tritura la idea de mapaternidad es aquel que dicta que las madres son las responsables de cuidar y educar a sus hijos; mientras que los hombres encarnan solo una función reproductora y de proveer el sustento al hogar.
Estos roles se deshacen al momento de aplicar este modelo, ya que ambos progenitores son madres y padres al mismo tiempo en cuanto a las responsabilidades familiares.
Ciertamente, la globalización de este modelo está restringido a muchas limitaciones. Los expertos indican que las barreras culturales, sociales e institucionales suponen una participación más equitativa de los padres y las madres en relación con los roles clásicos.
Aunque este nuevo paradigma aplica para ambos progenitores, lo cierto es que pretende un mayor compromiso de los padres por su rol histórico.
Tal y como señalan los especialistas, los cambios estructurales de la familia (unión hombre/mujer) y los cambios en el mercado laboral han motivado a una reevaluación del concepto de paternidad.
Por tanto, el auge del concepto de mapaternidad no es más que una consecuencia o un reflejo de la transformación de la sociedad. No es una idea metafísica, sino una que poco a poco se ha materializado en la realidad.
Consejos para aplicar la mapaternidad
Ya hemos explicado en qué consiste este cambio de paradigma y algunas circunstancias que han operado para su manifestación. Es momento entonces de señalar algunas maneras en las que la mapaternidad se puede aplicar en el día a día.
Su manifestación se relaciona de manera estrecha con la paternidad activa y con la crianza positiva, de modo que comparten características.
Muchos de los consejos que apuntaremos te resultarán un poco obvios, pero en realidad son el germen del abandono de los roles clásicos de los progenitores. Involucran a ambas partes, de manera que tienen que existir una serie de principios básicos. Te dejamos con los más importantes.
- Abandonar los prejuicios o los estereotipos que se tienen en relación con el papel en la familia.
- Generar espacios comunicativos que permitan un continuo intercambio de ideas.
- Aceptar y comprender las diferencias en relación con cómo se procesan y se ejecutan acciones e ideas.
- Practicar la alteridad para posicionarse en el lugar del otro antes de emitir un juicio de valor.
- Asumir que la responsabilidad de alimentar, criar, educar, enseñar y cuidar a un hijo es una tarea compartida.
- Tomar la iniciativa al momento de realizar ciertas actividades que permitan administrar la carga de trabajo a la pareja.
- Confiar en las cualidades y destrezas propias al momento de ejecutar una tarea.
- Participar de manera activa en todos los aspectos de la dinámica familiar.
- Establecer un modelo organizado que ayude a distribuir de manera equitativa la responsabilidad que se tiene en el hogar.
- Evitar cerrarse al momento de requerir ayuda o mostrar inquietudes al momento de ejecutar determinada tarea.
- Aceptar errores o estilos diferentes sobre la forma en que se realizan las actividades.
- Evitar asignar bajo criterios prejuiciosos ciertas responsabilidades con la excusa de ser el hombre o la mujer de la familia.
Estas son algunas de las ideas básicas de cómo se puede materializar la mapaternidad en la dinámica de la familia. Los investigadores señalan que todo esto empieza durante la gestación, de manera que se debe incentivar la participación de ambos durante todo el proceso del embarazo, la labor de parto y los primeros días de vida del bebé.
El paradigma no se relaciona exclusivamente con el criterio económico y afectivo, sino que engloba todos los aspectos de interacción familiar. El objetivo es que se desdibujen las líneas tradicionales sobre las cuales se han construido los roles de los padres y de las madres.
De esta manera, se evita una sobrecarga de responsabilidad, tareas y compromisos; de manera que ambos trabajan en conjunto en pro del bienestar de sus hijos.
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