Microplásticos, una amenaza para la salud
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En 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a las autoridades competentes una mayor investigación y compromiso sobre la relación entre los microplásticos y la salud. Los microplásticos son pequeños trozos o piezas de plástico que contaminan el medio ambiente. En la actualidad se consideran un problema de salud pública, en principio por el daño en los ecosistemas y su impacto en la salud del ser humano.
Los microplásticos están en todos lados: en el fondo marino, en los peces y mariscos, en el agua potable, en la cerveza, en la lluvia y en los recipientes plásticos (en especial cuando se exponen a agua tibia o caliente). Se han encontrado microplásticos incluso en el Ártico, de manera que no parece ser posible huir de ellos. Teniendo esto en cuenta, ¿de verdad son una amenaza para la salud?
¿Cómo impactan los microplásticos en la salud?
Fue Richard Thompson quien en 2004 acuñó el término microplásticos. En sus inicios se pensó que solo se encontraban en la costa, pero luego se empezaron a encontrar en casi cualquier lugar donde situaban la lupa.
Las investigaciones en relación con ellos y la salud sugirió que casi todos los productos de cuidado personal los liberaban; aunque hoy sabemos que todos los días la mayoría de las personas los comen o los inhalan.
En efecto, y como bien señalan los expertos, existen tres canales principales por los cuales se asimilan: ingestión, inhalación y contacto dérmico.
Un estudio publicado en 2021 en Environmental Science & Technology sugirió que una persona promedio puede llegar a consumir, inhalar o asimilar el equivalente a una tarjeta de crédito al año. La exposición es evidente, y hasta cierto punto no se puede hacer mucho para evitarla.
Los microplásticos no pasan desapercibidos en el entorno animal. Hasta el momento se sabe que causa toxicidad reproductiva en las ostras, genera toxicidad hepática en el pez cebra y promueve la bioacumulación tisular y toxicidad en órganos de los ratones.
Con todo esto como preámbulo se pueden dilucidar que los microplásticos son una amenaza para la salud humana, ¿pero de qué forma y con cuánta nocividad?
Aún no existe una respuesta completa a esta pregunta, en parte porque la investigación de dicha relación está en pleno proceso. Hasta el momento los estudios señalan que el impacto puede no pasar desapercibido. Te dejamos con algunas formas y canales a través de los cuales los microplásticos inciden en la salud de acuerdo con los expertos.
Microplásticos y nanoplásticos en la dieta equilibrada
El ser humano ingiere microplásticos y nanoplásticos por medio de su dieta regular. Estos se encuentran en proporciones significativas en el pescado, los camarones, las ostras, las almejas, los mariscos, los mejillones y otros.
Durante el proceso de producción y envasado también puede ocurrir contaminación, de manera que están en la miel, la cerveza, el azúcar y la sal (entre otros).
También están en todas las fuentes de agua (sin excepción). Un estudio publicado en 2018 en PLOS ONE encontró que el 81 % de 159 fuentes globales de agua de grifo tienen microplásticos menores de 5 milímetros.
Ese mismo año una investigación publicada en Frontiers in Chemistry analizó 259 marcas de agua procesadas. Encontraron microplásticos en aproximadamente el 93 % de ellas.
En síntesis, de una u otra manera los microplásticos ingresan en la dieta de una persona. Esto sin considerar los que ingresan por la interacción de los alimentos con envases de plásticos, vasos, platos y demás.
Se piensa que estos pueden penetrar en el tejido linfático, y es probable ingresen por fagocitosis o endocitosis e infiltren las células microfold (M) en las placas de Peyer. A pesar de ello, no existen estudios actuales que determinen el grado de absorción o su impacto.
Microplásticos y nanoplásticos en la exposición pulmonar
La exposición a microplásticos y nanoplásticos sucede tanto en interiores como exteriores. Es probable que en interiores sean principalmente textiles sintéticos transportados por el aire, mientras que en el exterior sean desechos de aerosoles contaminados o partículas de fertilizantes en el aire de los tratamientos de aguas residuales. Sea como fuere, su impacto se conoce más que en el caso anterior.
Por ejemplo, los investigadores han encontrado que su interacción puede ocasionar la toxicidad química y la introducción de patógenos y parásitos vectores en el organismo por medio del pulmón.
En animales la inhalación se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer e inflamación pulmonar. La exposición es mayor en zonas urbanas que en suburbanas, esto debido a los niveles de contaminación asociado en ellas.
Microplásticos y nanoplásticos en la exposición dérmica
Los exfoliantes corporales y las cremas faciales son otro medio por el cual los microplásticos ingresan al cuerpo. También pueden hacerlo mediante la interacción con agua contaminada con microplásticos, en especial por medio de las glándulas sudoríparas, las heridas en la piel y los folículos pilosos.
No se conoce su impacto real, pero algunos expertos indican que las nanopartículas se absorben por las células de Langerhans.
Las diferentes capas de la piel ofrecen protección frente a estos, pero lo cierto es que los productos de belleza integran propiedades que facilitan la penetración de sus compuestos.
Las cremas, los exfoliantes y otros productos que no han pasado por estrictas normas de seguridad e higiene durante su fabricación contienen un mayor número de microplásticos y nanoplásticos.
Reflexiones finales sobre los microplásticos y la salud
Te hemos presentado las últimas novedades al respecto que los científicos han encontrado en sus investigaciones. Reiteramos que no se conoce muy bien el impacto real de los microplásticos en la salud humana. El que estemos expuestos a cantidades considerables no se pone en duda, pero sí la manera en que pueden condicionar la salud.
En todo caso, los organismos internacionales están implementando agendas y programas para reducir la cantidad que se produce y se arroja al medio ambiente. Durante las próximas décadas nuestro conocimiento sobre el impacto que tienen en la salud será mayor, también las estrategias para minimizar dicho impacto. El primer paso ya se ha dado, de manera que la relación ya no pasa desapercibida.
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