7 consejos para eliminar las flemas

¿No sabes cómo eliminar el exceso de flema? Te enseñamos algunos consejos de acuerdo con los científicos.
7 consejos para eliminar las flemas
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 23 marzo, 2023

El moco, esputo o flema se perfila como una defensa importante contra las perturbaciones del mundo exterior en las superficies húmedas de todo el cuerpo. Lo encontramos en los ojos, en las vías respiratorias, el tracto gastrointestinal y el tracto genitourinario, entre otros. Repasamos 7 consejos para eliminar las flemas.

La función principal del esputo, la flema o los mocos es acumular partículas y desechos. Se trata entonces de un mecanismo de defensa, uno que en determinadas circunstancias atraviesa por una exacerbación en su producción. La gripe, las alergias, los resfriados, la bronquitis, la neumonía, el asma y otras condiciones están detrás de él. Te enseñamos qué cosas puedes hacer para eliminar las flemas.

7 recomendaciones para eliminar las flemas

Existen muchos remedios naturales para eliminar las flemas. Beber miel, té, infusiones y las concentraciones de eucalipto se cuentan como los más populares. Hoy te proponemos otras alternativas para eliminar las flemas, las cuales son más efectivas en la práctica.

1. Bebe abundante agua

Como bien señalan los expertos, las propiedades físicas de la mucosidad dependen de la concentración de mucina. La mucina son moléculas grandes que interactúan con el agua.

Cuando la mucosidad está diluida actúa como un líquido, mientras que cuando está concentrada lo hace como un sólido. En este sentido, beber abundante agua ayuda a diluir las mucosas, lo que permite que se mueva desde el tracto respiratorio hasta el exterior.

Las condiciones que han motivado el desarrollo de flemas pueden causar además episodios de deshidratación. Por tanto, debes asegurarte de beber al menos dos litros de agua durante el día e incluir alimentos líquidos. Por ejemplo, puedes optar por sopas, caldos y jugos mientras te recuperas por completo. Todo esto ayudará a diluirla e incentivar su expulsión.

2. Utiliza aerosoles nasales salinos

Hay espray nasales para eliminar las flemas
A pesar de que los aerosoles nasales pueden ser efectivos, es importante no abusar de su uso ya que pueden generar molestias locales.

Existe evidencia que respalda el uso de productos nasales salinos para mejorar la función de la mucosa. Lo hacen a través de varios efectos fisiológicos, como por ejemplo la limpieza directa por la irrigación, la eliminación de mediadores inflamatorios y una función mucociliar mejorada. Este consejo para eliminar la flema se orienta cuando esta se ha combinado con la mucosa del área nasal.

Al margen de su efectividad, debes tener en cuenta que un abuso de estos productos puede ser también contraproducente. Por ejemplo, pueden causarte irritaciones e incluso sangrado cuando excedes las recomendaciones del fabricante. Su uso es seguro, pero siempre debes ceñirte al prospecto que acompaña al aerosol.

3. Haz gárgaras con agua salada

Los expertos catalogan a las gárgaras con agua salada como uno de los tratamientos más antiguos para las infecciones de las vías respiratorias. Su efectividad parece estar confirmada, aunque la reducción de los síntomas es ante todo modesto. Hacer este tipo de gárgaras es útil para eliminar la mucosidad residual, también los signos asociados como el ardor en la garganta.

Lo ideal es que optes por comprar solución salina, y al igual que en el caso anterior evita exceder su uso. Haz gárgaras una o dos veces al día, y combina esta terapia con otros consejos para eliminar las flemas. Procura que el tiempo en el que haces las gárgaras se prolongue durante al menos 30 segundos.

4. Usa un humificador

Aunque no existe evidencia concluyente, estudios e investigaciones han reportado leves mejorías de los síntomas de afecciones respiratorias luego del uso de un humificador. Las condiciones del aire pueden alentar la mayor producción de flema, también la presencia de ciertas partículas en él. Un humificador puede ayudar a controlar dichas condiciones para minimizar las exacerbaciones de la producción de flema.

5. Haz sesiones de fisioterapia torácica

Existe evidencia de que la fisioterapia torácica (CPT, por sus siglas en inglés) puede ayudar a controlar la producción de moco. Este tipo de fisioterapia gira en torno a técnicas realizadas manualmente o con ayuda de un dispositivo mecánico. Las sesiones duran entre 20 minutos y 1 hora, y su objetivo es causar vibraciones en el área torácica para aflojar la flema de los pulmones.

6. Haz vapores con agua caliente

Para eliminar las flemas sirven las inhalaciones de vapor
Un método barato y muy efectivo de eliminar las flemas es con las inhalaciones de vapor, muy útiles en caso de rinosinusitis.

Otra manera efectiva de eliminar las flemas es hacer vapores con agua caliente. Son muy fáciles de hacer, y lo mejor de todo es que no tienes que invertir un centavo. Hierve agua y añádela en un recipiente espacioso. Déjala reposar unos minutos antes de que puedas poner el rostro encima de ella sin quemarte. Cuando así sea, sitúa una toalla por encima de tu cabeza para acumular el vapor.

En este punto haz inhalaciones y exhalaciones profundas, de manera que el vapor ayude a aflojar la flema atrapada en tus vías respiratorias superiores e inferiores. Hazlo hasta que el vapor de agua se disipe, y repítelo hasta 3 veces durante el día. Sé precavido para evitar quemaduras y experiencias similares.

7. Opta por fármacos de venta libre

Como no podría ser de otra manera, los medicamentos expectorantes son la mejor opción para eliminar las flemas. Muchos de ellos están disponibles solo con receta médica, pero otros son de venta libre. Habla con tu farmacéutico sobre qué opciones puedes comprar, y sigue el prospecto para regirte por la dosis. Te aconsejamos apostar solo por fármacos que cuentan con reputación en el mercado.

Estas son las mejores alternativas para eliminar la flema. Sin embargo, recuerda que estos consejos no sustituyen la opinión de un profesional. Como ya mencionamos existen muchos mecanismos que originan su exacerbación, y algunos de ellos pueden generar complicaciones. Si el problema persiste te alentamos a que recurras a un centro de salud.



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